COMUNICACIÓN

UN GRAN PASO CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO

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Para contribuir en la lucha contra el cambio climático, el gobierno de México elevará por primera vez a rango constitucional la Transición Energética, que tendrá como objetivos: regular el aprovechamiento sustentable de la energía, establecer las obligaciones en materia de energías limpias y reducir las emisiones de gases y componentes de efecto invernadero precursores del cambio climático.

Esta iniciativa se suscribe en la Reforma Eléctrica, Artículo 27 constitucional, como nueva adición al párrafo séptimo y señala: “…la utilización de manera sustentable de todas las fuentes de energía de las que dispone la Nación, reduciendo emisiones de gases y componentes de efecto invernadero y se señala que se establecerán las políticas científicas, tecnológicas e industriales necesarias para esta transición, impulsadas por el financiamiento y demanda nacional como palancas de desarrollo.”

De esta manera, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) será la responsable de encabezar la ejecución de la Transición Energética en materia eléctrica. Asegurándose que la transición sea incluyente, soberana y permitiendo a los mexicanos decidir su futuro energético, maximizando el bienestar social y cuidando la salud y el medio ambiente.

Es necesario señalar que la Transición Energética requiere hacer uso de fuentes de energía bajas en carbono, generar incentivos a la inversión público/privada en energías limpias y renovables, y contar con la participación de todos los sectores de la sociedad mexicana para impulsar un nuevo modelo de producción y consumo energético, generando innovaciones tecnológicas y de infraestructura en beneficio del crecimiento económico y del bienestar de la población.

Para una adecuada transición, debe existir una importante sinergia entre tecnologías para el aprovechamiento de energías renovables asequibles y una amplia opción de tecnologías eléctricas que permitan una mayor eficiencia en el uso de la energía en aplicaciones de uso final, especialmente para el transporte y acondicionamiento de espacios (aire acondicionado y calefacción). Además de promover diversas formas de almacenamiento para darle confiabilidad a las energías renovables intermitentes como la generación y uso de Hidrógeno Verde, baterías de alto desempeño y bombeo hidroeléctrico, entre otros.

En ese sentido, una de las grandes fortalezas de la CFE es su matriz energética diversificada, que permite suministrar energía eléctrica a la población y a las empresas en todo momento.

  • Tecnologías firmes: centrales con la capacidad de entrar y salir de la red a criterio y solicitud del operador del sistema eléctrico.
  • Despachables: ciclos combinados, termoeléctricas convencionales, carboeléctricas, combustión interna, turbogás e hidroeléctrica.
  • Tecnologías firmes no despachables: nuclear y geotermoeléctrica.
  • Tecnologías intermitentes: eólica, solar y mini hidro.

Esta mezcla de tecnologías da respaldo, confiabilidad y seguridad al Sistema Eléctrico, ya que permite hacer arranques de emergencia, servicios de control de voltaje y potencia reactiva, entre otros. Así como estabilidad y asegurando el suministro de energía a las empresas y a la población mexicana. 

De esta manera, se incorpora energía renovable a la matriz energética, acompañada por una mezcla energética, para asegurar la integridad, seguridad, rentabilidad y crecimiento de la red eléctrica, como infraestructura estratégica del Estado.

  • La incorporación de energías renovables intermitentes en el sistema eléctrico debe complementarse con mayores inversiones en almacenamiento y en la red de transmisión, asegurando igualmente que se tenga suficiente energía firme para compensar variaciones en la frecuencia, protegiendo a todos los participantes.

Además, la Transición Energética debe establecer la hoja de ruta para la implementación de las metas de energías limpias y renovables y de eficiencia energética abarcando todos los sectores de la actividad económica.

¿Qué se ha hecho en la materia?

La Secretaría de Energía (SENER) publicó recientemente la actualización de la Estrategia de Transición para Promover el Uso de Tecnologías y Combustibles más Limpios, abarcando distintos sectores y oportunidades para tener una transición energética ordenada y soberana.

Esta Estrategia identifica acciones para fomentar las energías limpias y renovables en los ámbitos de: regulación y política pública, instituciones, capacidades técnicas y recursos humanos, así como investigación, desarrollo tecnológico e innovación.

A través de metas de energías limpias y de eficiencia energética, la SENER promoverá que la generación eléctrica proveniente de fuentes de energías limpias y renovables alcance los niveles establecidos en la Ley General de Cambio Climático para la industria eléctrica.

Panorama internacional

Para que la energía limpia y renovable sea mayoritaria en 2050, se echará mano de diversos mecanismos, como la eficiencia energética, el desarrollo del hidrógeno verde y los bioenergéticos en combinación con la captura y almacenamiento de carbono. Cada uno de estos elementos contribuye en cierta proporción a la disminución de las emisiones CO2 a la atmósfera.

Se requiere igualmente de una mejora tecnología en calentadores de agua, aires acondicionados, calefactores, motores y otros aparatos eléctricos; esto podría contribuir al escenario de un incremento no mayor de 1.5°C en la temperatura global, reduciendo hasta 38% las emisiones de gases efecto invernadero.

De acuerdo con el escenario planeado por la International Renewable Energy Agency (IRENA), al clasificar las fuentes de energía que suministran el total de energía a nivel mundial, en un escenario tendencial, para el 2050 el 77% será suministrado por fuentes de energía no renovables y el 23% por fuentes renovables, por lo que es necesario que para cumplir con la meta del 1.5°C, las fuentes no renovables deberán ser el 26% y las renovables 74%.

  • Parte de las acciones para alcanzar la meta de 1.5°C como incremento de la temperatura media global, está el desplazamiento gradual de los subsidios al carbón y a otros combustibles fósiles.

En 2050, todos los países podrán incrementar notablemente el porcentaje en el uso de energías renovables respecto al uso de la energía total. Las renovables pueden alcanzar o incluso superar el 60% del Consumo de Energía Final Total (CEFT) de muchos países.

Por ejemplo: China podría aumentar su cuota de energía renovable a 67% para 2050. En la Unión Europea, esta cuota podría pasar del 17% a más del 70%. India y Estados Unidos podrían ver incrementadas sus cuotas hasta dos tercios o más.

En lo que respecta al bienestar, México sería el principal país beneficiado, seguido de Brasil y la India, así como regiones de Oceanía. Otras regiones, como el resto de Asia Oriental, África Meridional, Europa Meridional y Europa Occidental, también registrarán elevados beneficios. Las ventajas ambientales son parecidas en todos los países, ya que la principal de ellas, dada su naturaleza global, es la reducción de los gases de efecto invernadero (GEI). Los beneficios netos regionales en el empleo fluctúan a lo largo del tiempo, pero el impacto es positivo en casi todos los países y regiones.

Aunque la transición energética es técnicamente viable, económicamente beneficiosa y socialmente deseable, no ocurrirá por sí sola. Es necesaria una acción política urgente para poner el sistema energético global en el camino de la sostenibilidad.

Ejemplos:

Reino Unido está liderando el camino: en los últimos 30 años han hecho crecer la economía en un 78% mientras han reducido las emisiones en un 44%. Fue el primer país en comprometerse a reducir las emisiones de carbono, eliminando por completo la energía con carbón para 2024 y terminando con la venta de vehículos de gasolina y diésel para 2030. Han introducido objetivos jurídicamente vinculantes para restaurar la naturaleza y reformas radicales para los subsidios agrícolas, haciendo que la agricultura sea más sostenible, abordando la deforestación y apoyando a los países en desarrollo con financiamiento.

De acuerdo con Reino Unido, se debe limpiar el aire y reducir las emisiones de carbono transformando la conducción de automóviles, furgonetas y camiones a cero emisiones. Proteger y restaurar los hábitats es una forma importante de aumentar la resiliencia del medio ambiente a los impactos del cambio climático, ayudan a construir defensas naturales contra tormentas e inundaciones, mientras que los ecosistemas florecientes contribuyen a la agricultura sostenible y apoyan miles de millones de vidas en todo el mundo.

En Latinoamérica, un ejemplo es Ecuador, este país que se propuso reducir el 22.5% de las sus emisiones para 2025, casi 13% menos que lo que México estimó para 2024. Sin embargo, Ecuador ha adoptado una política de transición ecológica hacia una economía circular, resiliente y baja en emisiones. Es importante considerar Considerando que Ecuador genera casi 10 veces menos emisiones de CO2 que México.

Mientras tanto, en octubre pasado, EE. UU. generó un Acuerdo “Build Back Better” el cual compromete reducir 1 Gigaton de gases efecto invernadero para 2030 invirtiendo en una economía de energía limpia que integre buenas prácticas en temas de agua y suelo en los sectores industrial, energía, transporte, residencial y agricultura. Dicho Acuerdo pondrá a los Estados Unidos en camino de cumplir sus objetivos climáticos, logrando una reducción del 50 al 52% en las emisiones de gases de efecto invernadero por debajo de los niveles de 2005 en el año 2030.

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