COMUNICACIÓN

RESILIENCIA DE LA CFE: REFORMA DE 2013 Y UNA PANDEMIA

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Desde sus inicios, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se ha enfrentado a múltiples retos. En 1937 cuando el presidente Lázaro Cárdenas decretó su creación, solo contaba con un presupuesto asignado de 50 mil pesos y 15 empleados.

Para 1938 inició la construcción del proyecto hidroeléctrico Ixtapatongo, en el Estado de México, y por falta de recursos y la crisis derivada de la II Guerra Mundial, la primera unidad fue inaugurada en 1944 por el presidente Manuel Ávila Camacho.

Sin embargo, gracias al talento y compromiso del personal electricista y la solidez financiera, la CFE ha logrado hacer frente a diversas eventualidades, por ejemplo:

Octubre de 2009. La CFE tomó el control de la Zona Centro del país. Por mandato presidencial se liquidó a la Compañía Luz y Fuerza del Centro que suministraba energía eléctrica al Valle de México y con ello, la CFE sumó de un día para otro a 6 millones de usuarios. Como resultado, se redujeron las pérdidas en distribución en 25 mil millones de pesos y se redujeron las transferencias federales en más de 41 mil mdp anuales.

Diciembre de 2013. Se promulgó el decreto por el que se reforman y adicionan los Artículos 25, 27 y 28 de la Constitución en materia energética.

  • Pemex y CFE se convierten en Empresas Productivas del Estado.
  • CFE se fragmentó en subsidiarias y filiales.
  • Se implementó el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) para la compra y venta de energía eléctrica y productos asociados, necesarios para satisfacer los requerimientos del suministro eléctrico a los usuarios finales.
  • Falta de reconocimiento de los costos de integración de tecnologías de generación intermitentes y poco confiables.
  • Pago parcial de los costos de transmisión de generadores privados.
  • Uso de la figura de “autoabastecimiento” para crear mercados eléctricos “alternos intermitentes y poco confiables”.
  • Venta indebida de “excedentes de eficiencia” de Productores Independientes de Energía (PIEs) en el mercado de autoabasto y en el Mercado Eléctrico Mayorista.
  • Trato desigual a las figuras de los PIEs y de las centrales de la CFE.
  • No se respetaron los compromisos adquiridos por la CFE previos a la Reforma Energética.

Marzo de 2020. Con la pandemia por el virus SARS CoV-2, se contrajo la demanda de energía eléctrica 2.2%; sin embargo, se obtuvieron resultados operativos y financieros satisfactorios (EBITDA de 205,115 mdp).

Tan solo al mes de agosto de 2020, la CFE no percibió más de 8 mil millones de pesos, evitando la migración de 6.4 millones de clientes a la tarifa de alto consumo.

Febrero de 2021. Vórtice polar en Estados Unidos que afectó la importación de gas natural de Texas a México. La CFE mantuvo su visión social y gracias a su liquidez económica pagó de contado 65 mil millones de pesos para obtener el gas necesario y restablecer el suministro eléctrico a los usuarios afectados con ayuda de su matriz energética mientras los privados salían para no afectar su infraestructura.

Estos eventos, muestran porqué la CFE es la compañía eléctrica más importante de México y una de las más relevantes en América Latina.

Adicional, la CFE implementa una política de gestión de riesgos “conservadora”, mediante el uso de cobertura para mitigar los riesgos asociados al tipo de cambio, tasas de interés y variaciones en el precio de materias primas e insumos de producción.

Tan solo para el periodo 2021-2026, la empresa tiene acceso a diversas fuentes para financiar su Programa de Inversión que suma 582,288 mdp. Donde el 49% de los recursos serán destinados para proyectos de generación; el 21.9% para transmisión; el 25.6% para distribución y el 3.4% para otros proyectos. Las fuentes de financiamiento son: presupuestales, no presupuestales y Pidiregas.

 

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